Más neurosis.

Somos el polvo de nuestros padres

las cenizas de nuestros ancestros

el incendio de las almas

la tortura de los infiernos.

Tranquilidad y reposo.

Me llaman porrera esnifándose mi suerte

confusa en la trinchera que separa el inconsciente

el séquito de la soledad libera los demonios en el frente

llevan grabada en un cuerno la palabra muerte.

Ángeles caídos

demonios ascendidos

sagrados todos

todos malditos.

VI

Nos unimos para descuartizar la noche

pero el sol rompe los hilos

meándose en las tetas de la agonía.

La soledad de mi verano
es profanada por hordas
de moscas a las que doy
muerte mientras follan.
¡Qué puede haber más romántico para ellas!

Mi paciencia quiere cortar
la mano que me tiende la soga.

XVIII

Mi almohada: un portal a una dimensión mejor.
Ponedme más trampas, ya me mató el ron...
No quiero dormir quiero que pase algo,
pero no voy a salir si no es para atracar un banco.

Juramento.

Me disfrazo de pesadilla
para despertarte por sorpresa,
a un paso de echa a volar
sobresaltándote con las alas rotas,
vi magia blanca en los gusanos de la mierda,
después de suspender el examen de maldad
juro no volver a soltar las riendas.

Son solo metáforas.

Ahogada tu serpiente en mi flujo

no pareces inmune al veneno,

muerta y sola te espero

peleando con lo que no hubo.

Mirar el humo me llena preocupantemente más

que muchas de las cosas que me ofrecen,

no soy puta pero el arroz se cuece

antes de parecerme a vosotros abro el gas.

XV

Criando ejércitos de cuervos miro sin temor la vida
y evaporo la promesa húmeda que el fuego aniquila.

El absenta me deja preñada de gemelos
orgullosos como tú ocultando los celos.

Encontré mi sitio en el vacío de mis zapatos
los perdí y aprendí a caminar sobre el asfalto.

Romanticismo puro
como la locura y el delirio
como el suicidio y la tragedia.

Sublime.

Hablo del amor de mi vida como del unicornio de mi abuelo

comprendo al detalle que necesito más plomo que diamantes

con ganas de sumergirme para siempre

tan colgada que me dejo mecer por las ramas

el viento nunca se apaga

tengo que pasar página

encontrar como sea las palabras que me llevan

sin sacos de rabia, sin rastro de sangre,

mis musas drogadas, ¿por qué os hago caso?

Musas drogadas.

Dios es mi adversario
la osadía mi compañera
cenizas y mal fario
para la piedad rastrera.

Cascadas del desierto.

Confieso haber alimentado a los dioses
cada latido bombea sangre maldita
sueño que se apagan sus voces
pienso que la tierra no las necesita.

Esta noche el río se reirá de nuestra borrachera,
brujas no se entregan que las queman en la hoguera.
Si resulta que hoy no encuentro la salida lo seré yo,
pero no acabo en comisaría, verás que no.

XIII

Me saben a poco las pesadillas, saco a pasear al diablo, invoco todo lo que puedo, el universo conspira y me dejo llevar.

Sin piel y sin nombre comprendo las almas más caras.

Mientras otros viven tras miedo y máscaras puedo verlos desnudos, creen que honran pero traicionan.

Abrázate a la farola pero ella no compite con las estrellas para calentarte.
Soy feliz irrumpiendo.

Vade retro.

La sensación más siniestra
no me sobrevino en una pesadilla
ni siquiera en un funeral
sino encerrada en tu infierno.

Ya comprendo el misterio
sé por qué caí
te condeno al destierro
no vuelvas por aquí.

Afilando los cuernos del diablo.

Apoyada en la barra

echando de menos mi cama

hasta el bar me siguió

Soledad de sangre y garras

de los pelos me agarra

la madre que te parió

tira ya para casa

te flipas y desfasas

tu estrella se apagó

en el fondo del vaso

por no hacerme caso

la muerte me violó.

Neurosis.

¿Nacer, crecer, reproducirse y morir? A mi no me la cuelas, no puedo seguir si no son para ti mis noches en vela, si sigo distinguiendo los sueños de la realidad. No estoy triste ni me gusta llamar la atención, espero que me hagas reír: puede que tenga una maldición. Soy egoísta sí, prefiero soñar que vivir. Duelen más que nada las caricias que me debes. Las alas no solucionan la vida de pájaros solitarios, pero me olvido de tus labios. Aterriza o te desintegras, me digo en mares de lunas negras. Catástrofe: que el corazón pase de la conciencia, que la deje tirada.

Me porto bien.

La paloma de la paz que se clava en la garganta,
el valle que se cree de óleo porque nadie lo pisó,
normas hechas para violarlas,
ganas de hurgar en fosas ardientes,
la gota de agua suicida que busca tu fuego.