Mira,
si esto es un laberinto
vamos a perdernos:
venimos a encontrarnos.
Podemos hallar cualquier cosa
por ejemplo, un hacha,
para abrirnos paso entre los setos
y tras darnos cuenta
de que hemos echado a perder
nuestro precioso laberinto
plantar otros mejores.
Si hubiera muros, los dinamitaremos,
y aunque estemos soñando,
dormidos o despiertos,
sabremos que tras el laberinto
ya sea de madera o de ladrillo
siempre queda la nada
y otra encrucijada.
jueves, 21 de febrero de 2013
sábado, 9 de febrero de 2013
VII
Yo también soy culpable
el mismísimo cielo y yo,
todos somos culpables:
la muchedumbre,
el aire que respiran,
el asfalto.
El vaso se acaba.
Ahora tengo ganas de cagarme en todo.
-¿Tienes que salir a encender la noche
aunque ella te apague?
-Tengo que salir a encender la noche
aunque ella me apague.
-¿Qué buscas? ¿Qué buscas?
Ulula una voz.
-¿Qué estás haciendo?
Y su séquito atroz.
El destino
pesado
rodeado de cotillas.
-¿Qué buscas? ¿Qué buscas?
No nos prometamos nada
no me gustan las traiciones.
¿Qué importa tirar todo a la basura?
Las ratas también tienen que comer.
el mismísimo cielo y yo,
todos somos culpables:
la muchedumbre,
el aire que respiran,
el asfalto.
El vaso se acaba.
Ahora tengo ganas de cagarme en todo.
-¿Tienes que salir a encender la noche
aunque ella te apague?
-Tengo que salir a encender la noche
aunque ella me apague.
-¿Qué buscas? ¿Qué buscas?
Ulula una voz.
-¿Qué estás haciendo?
Y su séquito atroz.
El destino
pesado
rodeado de cotillas.
-¿Qué buscas? ¿Qué buscas?
No nos prometamos nada
no me gustan las traiciones.
¿Qué importa tirar todo a la basura?
Las ratas también tienen que comer.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
