martes, 24 de septiembre de 2013

XX

Odio esta casa.

Por el aire amargo
caen pesadas voces
como rocas.

El fantasma de la niña
llora porque aun sigo aquí.

Estoy tiritando,
afuera treinta y cinco grados.
Meto mis cosas en un hatillo,
pero las paredes negras todavía me acogen.

Odio esta casa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario