no lo envuelvas con seda.
El diablo es mi novio
y olvido su toque de queda.
Atardece en la ciudad
y ya me aburre tener frío
piensa en la maldad
y sabrás por qué la lío.
Para jugar en el bosque
hay que saber trepar un árbol,
no dejes que me enrosque
o que te coman los gusanos.
Hay que pintar las calles
con nuestros excrementos
e irnos a vivir
donde nos lleve el viento.
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