domingo, 22 de abril de 2012

Te quiero libre pero no traidor.

Cojo el rifle y me da más calor
que tú rodeándome con los brazos
llenándome la espalda de arañazos,
olvidaré hasta este falso perdón.

No juzgues los placeres que escojo,
se que no moriré hasta terminar la misión.
Me fumaría cada matojo,
locura para huir de la infinita prisión.

Puede que no sepa mucho de la vida
y me sienta la más sabia,
pues Sócrates me enseñó que la mayoría
no se preguntan si no saben nada.

Colecciono noches para conocerte
aunque no me cambies ni un cromo
no conozco la suerte
ni descanso en un trono.




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