Delirios.

Sigo en la orilla debatiendo con la niebla.
El agua está demasiado fría
y no tengo dinero ni ganas de seducir al barquero.
Planeo cruzar el atlántico en coche-balsa.
¡Qué se me caiga el techo antes que vivir de su farsa!
¿Viste el ritual de la faraona del dimitir?
Sonreír y pestañear para su maldad fingir.
Respirar el aire de la ciudad es como esnifar wasabi.
Ya se fue el genio del verano con un duende en cada mano.
Una sola luna, cientos de estrellas solitarias, el fuego estalló ¡oh sagrada metralla!
Los ojos de la urbe quieren comerme el hígado cuando me enfrento a ciertos amaneceres.
Escribir es como hacer caquita y como golfear: no cura pero ayuda.
Las palabras son muy traicioneras.
No puedo ser tu novia, se me da fatal.

Rabia y amor.

Vientos siberianos toman la ciudad.

Salimos a pintar las calles con rabia y amor puro.

La policía se pasea en veloces carros,

pavoneándose de sueldo y traición.

Vigila, que no está hecha nuestra obra

para los ojos del burgués ignorante.

Vigila, que se chiva

aunque coma mierda

y beba sangre.

Oda a la muerte.

Si no hubiera nada
tampoco habría nihilismo
ni laberinto, ni abismo,
ni duende, ni hada.
Si no hubiera nada....

II

La esperanza merienda corrupción con los ojos abiertos

mientras yo me entreno para la vida sin moverme de la cama,

pero fíjate que los ojos están secos

oigo la libertad que en silencio me llama.

¿De dónde viene esa voz

que a ti también te habla?

No digo el televisor,

digo la dignidad olvidada.

Tan claro.

Y no se atreven a decir
-ya sabes quienes-
a quien pretenden matar,
quien debe ser encarcelado,
como lo hace el esclavo
a viva voz
harto de ser puteado
delante de todo el que quiera oír.
Si no liberamos la justicia presa
es por tu culpa
que no me escuchas
que de mi te ríes
¿qué te he hecho yo?.

Desinfectando.

He visto a un hombre que vivió
cosas que harían estallar
la cólera y la envidia
del mas caprichoso dios inventado
por el poeta mas angustioso
y sin embargo
el que idealiza es aprendiz
el que materializa es mago.

A los hijos del capitalismo.

Hijos del capitalismo:
sois adoptados
y vuestro padre os castró.
Reconoced la verdad,
aunque duela y amargue.
Desde que cada uno de nosotros
vino a parar a este mundo,
el antiguo dios padre adoptivo todopoderoso,
señor de los tiranos, capitalismo,
nos enfrentó con nuestra madre Tierra
y en un ataque de celos, nos castró,
para que no la insemináramos con nuestra voluntad,
ni la defendiéramos con valor,
apartándonos de su sabiduría,
arrebatándonos nuestro sustento.
Y el padre imperial del crimen golpea a mamá,
y los hijos del capitalismo se tapan ojos y oídos,
ellos tampoco se libran de su furia,
aunque luego les reparta caramelos.
Castrados, estamos castrados,
no hay huevos ni ovarios mas que para engendrar hijos del capitalismo.
La peor de las maldiciones no proviene de un demonio lascivo y burlón,
sino del dios del crimen,
el amo de las tragedias,
la puta más sobornada y sobada,
musa de traiciones,
tu macabra sonrisa falsa no será dueña de ningún pueblo.
Es un suicidio intentar resistir solos y desarmados.

La muerte cuidará de mi.

La soledad es guerrillera
de las fuerzas armadas del corazón,
protege la libertad entre dos mundos,
dispara balas doradas a gusanos
que no quieren ser mariposas,
ni dejan ser.

Pero una guerrillera no es guerrilla
aunque sí preciada semilla.

Gilipollez Santa.

Convencida de cambiar se me ocurre mi peor obra,
bajo cualquier veneno si puedo ser otra,
con corazón ausente y calma enterrada,
con ojos agobiados y boca sellada,
no se si seguir cuesta abajo por si me da por subir corriendo.

Perversidad.

Estás acabada, me dices,
pero la cama me llama.
Desciendo al infinito eterno,
como explicarte lo que llevo dentro
si no te puedo llevar.

Las palabras a menudo son mentira
pero te puedo jurar que me tiré
por un barranco y sigo viva.
Las palabras son trampas
pero te puedo jurar que ascendí,
crucé el cielo y aún echo de menos.

Alma diabética.

Nuestro amor fue desde siempre

un bebé muerto.

Martes, café y magdalenas,

más dulce que ayer

pero más me envenena.

Me fío más de dios

que de la mayor parte

de declaraciones de amor.

¿Qué tiene que ver la miel

con besos ácidos?
Pasé la noche con un psicópata pero prefiero su pólvora
a tu forma de calentarme cuando me hablas de tu amante.

Esto es lo que hago con mi vida.

Lunes, cerveza y porros,
no sé, pero estudié toda mi vida
y cada vez estoy mas perdida.
Lunes, cerveza y porros,
hasta que todo es relativo es relativo
como las miles de veces que me he rendido.
Lunes, cerveza y porros,
no vuelvo a beber
fue el mantra de ayer.
Lunes, cerveza y porros,
quien tuviera corazón de faquir
para clavarme tus agujas sin sufrir.
Lunes, cerveza y porros,
entre mi voz y tu oído
hay un alambre de espino.
Lunes, cerveza y porros,
me siento mal por ir a pillar
de lo contrario peor, asi que da igual.

A las tinieblas.

Agradezco a las tinieblas
el privilegio que me asignan
incluso los días que la soledad
me pone los cuernos con la ansiedad.
Al parar me alcanzarán
cientos de soles que me persiguen,
correr hacia el final,
hasta hoy, mi mayor crimen.
En el lugar que me corresponde
agradezco a las tinieblas
las pistas que me dan.