La esperanza merienda corrupción con los ojos abiertos
mientras yo me entreno para la vida sin moverme de la cama,
pero fíjate que los ojos están secos
oigo la libertad que en silencio me llama.
¿De dónde viene esa voz
que a ti también te habla?
No digo el televisor,
digo la dignidad olvidada.
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