jueves, 19 de diciembre de 2013

¿Pesimistas o realistas?

¿Harta de estar alienada? ¿de estar embobada con tonterías que nos seducen por todas partes? ¿tu móvil está mas en tu mano que en tu bolsillo? ¿Tu tele está mas en tu cabeza que en tu casa? ¡Pues preocúpate, yo no tengo la solución! Solamente relajo mi conciencia mientras agito la tuya sin moverme del sofá, tragando cerveza y preguntándome: "¿de dónde ha salido todo lo que tengo? ¿quién confeccionó estas ropas que visto (y la tonelada del armario)? ¿en qué condiciones lo hizo y a cambio de qué? ¿por qué yo no crío ningún animal, ni lo mato, sino que solo me alimento de ellos? ¿por qúe yo no trabajo ningún campo, solo devoro sus frutos?". Y me pregunto: "¿sé preguntará la gente todo esto? ¿se preguntarán para quién trabajan? ¿por qué tanto? ¿por qué ganan tan poco y el vago del jefe tanto? ¿quien se lleva los beneficios de su trabajo? ¿y por qué el colegio? ¿por qué repetir y repetir siempre lo mismo, estudies, trabajes o te toques las narices?

Y así me puedo pasar una hora o dos, y finalmente toda la vida en un bucle de preguntas que el cerebro devería evitar porque son perjudiciales para mantener la sonrisa de anuncio (o de éxtasis bíblico) que permite vivir normalmente en sociedad, haciendo aflorar en mi organismo un malestar que me impide disfrutar de la paz y la plenitud que ofrecen los lujos del mundo moderno. Y sigo con mis preguntas en el silencio de la noche....¿qué llevarán estas pastillas? ¿qué seran esos ingredientes en la comida? ¿por qué no cuenta nuestra opinión sobre nada?

Y en este mundo de color y fantasía, que disfruta exclusivamente una parte de los mortales, siempre habrá algún loco solitario que todo el mundo evita y quiere callar, para no ver la amargura y el vacío de sus rutinas. Y los normales continúan formando alianzas para silenciar a los locos, y los locos siguen estancados en su rueda de quejas y preguntas.


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