lunes, 2 de julio de 2012

El pasado como temor del presente.

Caí en la trampa del ego y me vociferé sangrienta:
¡Hasta que consiga salir será como si estuviera muerta!
Me maldije para no tener que volver a cometer cierta afrenta,
Caen las hojas secas pero un soplo las reinventa.
Siembro escopetas a partir de las balas que desdeña el horizonte,
Veo la fragilidad del cosmos en cada vaso que se rompe.
Afilo la punta de mi lengua mientras se relamen la sangre,
Esparzo polvo de conciencia para que al respirar
comprendas que vivimos del mismo aire.




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