Cuenta la leyenda que los reyes un día tuvieron corazón, no su corazón azul característico, pálido y muerto, sino corazón de sangre roja.
Pero nadie habla de aquel que se olvidó de su dios y encontró el corazón que su falso dios no tenía.
Pero nadie habla de aquel que dejó de buscarse la vida y la encontró esperándole.
Reconoce que te caes porque quieres si no te agarras cuando puedes.
Me preguntas "¿Dónde vas?"
Te respondo "Donde voy".
Y me vuelves a preguntar. Y sigo sin saber quien dirige el viento.

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