11

Enloquece conmigo

por una vez

enloquezcamos 

para divertirnos

sin dar explicaciones

para encontrarnos de una vez

para sentir que todo puede cambiar

que las dificultades son solo trampas

en las que unos caen y otros ríen.

Enloquece, una y otra vez, una y otra vez,

enloquece, enloquece, enloquece para bien.

Todos caen, todos ríen,

podemos tendernos la mano.

Pringadas.

Te consideras una niña buena
porque obedeces a tu mamá
y si te dice que te tires de un puente
tú lo haces sin rechistar.

Me miras por encima del hombro
mientras yo trazo mi destino,
te cuelgas de cualquier tonto
que gire alrededor de tu ombligo.

Deberías vivir en el siglo XIX
o quizás en la antigüedad
pero no cual diosa o ménade
sino como pringada de las de verdad.

III

Pienso en ti
y me da vergüenza
que me veas
con ropa.

No puedo imaginarte
sin entrar en una espiral
de deseo insaciable
(y esto es solo una manera
elegante de hablar)

Dudo de mi salud mental
cuando planeo secuestrarte
pero mejor estar loca de atar
que joderme y aguantarme.

VII

Frívola y malévola

me permito ser

a solas o acompañada,

lo injusto sería no hacer

pasivamente, como una santa.

Hipócrita y mezquino

soberbio y humillante

arrogante y sumiso

sería mi carácter

si no injuriara y malograra

pavoneándome siempre

con sonrisa de ángel.

...

Te creíste todo
cuando el espejo empañado
te dijo que eras niebla.

No me arrepiento
de haberme enamorado
del reflejo de mi rostro
en la superficie del lago.

I

Algunas páginas parecen eternas

y sin embargo, terminan,

como aquellos castillos inexpugnables

que ahora yacen abandonados.

Yo provoqué mi ruina.

Dinamité mi templo,

voló por los aires.

Era la única elección posible.

Tú no puedes decirle a un trueno que no caiga

ni escuchar a un búho rebelde gritar en la noche

en un bosque con mas fantasmas que árboles.

Pero si no puedes venerar a la luna

con mas ruido que los que adoran al sol

(para desatar su furia)

la verdad es que me alegro.

XIV

He visto a cupido lanzar flechas con ántrax
pero puedo asegurarte que lo puse a cuatro patas.
Él era mi perro, yo le lanzaba la pelota
y siempre me la devolvía baboseada y rota.

XXI

Voy a quemar mis naves
para el mar de lágrimas madera
acero para el de cristales.

XXVIII

Sin alma

sin cuerpo

sin camino

ni viento que te empuje

ocultando una sonrisa fatal

no es tan fácil como soltar las cartas y abandonar la mesa

aquí tienes que apostar o te mueres.

No se puede prender fuego a las cenizas.

XI

Nunca me rindo, cambio la estrategia,
recupero fuerzas, mejoro las armas.
Con vestiduras desgarradas una musa
me entrega una armadura indestructible
hecha de plumas y ante sus ojos
la hago añicos y la echo de casa.

XXII

No tenemos que preocuparnos de las formas
ni tomar por verdad suprema suposiciones imaginadas,
simplemente tenemos que jugar las cartas
de la manera mas loca y feliz posible.
Sólo un diablo puede resolver ciertos problemas.

XXI

Con el silencio acribillado, con la garganta rota a gritos,
en una fortaleza en supuestas condiciones de paz,
el espíritu retumba espasmódico y la razón,
harta de llanto, delira ebria y risueña.
Los buitres desvergonzados graznan y respiran,
graznan y respiran cada segundo,
entre alaridos de niños torturados, bombas y disparos.
El estallido de un trueno
que despierta todas las bestias
mil ojos abriéndose en el pecho
la araña que se atrapa en su tela
un temblor que destila lágrimas
un reloj de arena perdido
ansioso de ser volteado.
Borrachos, borrachos de maldad
y ganas de beber para ser mas malos.

Ratas.

Las heridas no se cierran desgarrando a otros
huyo sin evitar mirar atrás de reojo
intento ilusionarme con engaños que yo misma creo
escondo un vertedero de visiones surrealistas
parece que mi fuerza se disolviera en el vaso
y siento que miento en cada palabra
excepto cuando nadie me cree.

Quisiera poder amar
quisiera poder ser ama
de una perra que se llame muerte
y caminando a mi lado me recuerde
que intuye todo animal
dándome apoyo moral
porque sus dientes me defienden.

XVII

Histérica me persigue,
dice ser huérfana,
me acuna entre maullidos desconsolados,
me desgarra suavemente el alma.
¿Cómo quieres que sonría?
¡Qué la cuide su madre,
esta tristeza no es mía!

Reina absoluta de los débiles
osas doblegar al espíritu mas fuerte,
y con un velo de dulces palabras
que tapona momentos podridos
te haces apellidar melancolía
y vienes enamorando.
Pero te conozco bien, arpía,
no me penetres con tu daga
si no quiero imitarte
repelente, llorica, pesada.

Me asola la necesidad de soledad
pero esta zorra no me deja en paz.

La noche.

La decadencia hace negocio

una noche mas para deambular por su vientre

beber sus flujos de alcantarilla

girar delirando y delirando

hasta vomitar en sus senos.

Entonces mas que nunca quiero seguir viva

alcanzar la proeza de dormir de sol a sol

volar, explorar, matar,

en un limbo en el que la soledad es un privilegio

y la única meta es sobrepasar cada desafío del subconsciente.

Yo no construí este camino

ni siquiera lo decidí transitar

fueron sus cimientos los que me eligieron a mi. 

Diagnóstico.

Con un nudo en la garganta que cada vez aprieta más,

¿posibilidades infinitas o letargo en favor de la crueldad?

Vivo sobrecogida escondiendo sueños en una pesadilla,

saco a pasear mis traumas por si muerden.

Todas las balas impactaban en mi cráneo,

miles de mentiras se alimentaban de mi angustia

pero el mundo ya no me revuelve el estómago,

alquimia es hacer de las penas mariposas.

Desde que no me arrugo con él

nació un sol en mi ombligo

que alumbra a todas las soledades

como a putas divinizadas.

.

Con mis errores construí una escalera,

encontré a mis gurús en las nubes

y me lanzaré al infierno de cabeza

para sutilmente derrocar a Satán.

Mi tristeza se suicida en las vías

del tren de tus orgasmos sin olvidar

que aún sobran motivos deprimentes

para resucitar iras ancestrales.

Utopía será el nombre de todos los lugares y tiempos,

la responsabilidad es un tesoro, no una carga,

más allá del oro está lo que anhelo,

no quiero maestros en el arte de los espejismos.

Angustiada de ver intentos de fracaso

aprendí a no morderme la lengua

a la tormenta que colma todos los vasos

no se le da ni un minuto de tregua.

La sombra del infinito.

Cómo suicidarte del todo:

Clavándote una estaca en el alma,

una lanza ardiente,

abrirte en canal y ver

como aparecen seres

cuya existencia desconocías

mientras alguien que te espía

te encuentra tranquila y apática,

sentadita con un rotulador y un cuadernito.

Fumarte un porro o dos

bajo una nube de vainilla

hasta que cada palabra

signifique todas

o no signifique nada.

Colmar líneas de angustia,

hartárlas de nostalgia,

para un minuto después

darte cuenta de que

ya no eres

quien confesó lo escrito

pero lo escrito te persigue

aun muerto

más hermoso que en vida

y, si pudiera verlo

más alegre

diría.

Qué efímero

qué ilusorio es todo

¡cómo podría no matarme a su lado!

La que empezó el manual de suicidios

ya está muerta

y su sombra libre

que quiere ser la sombra del infinito

 se adapta a cada flor y a cada perro

que vienen a verla a su entierro.

II

Sé que todo irá bien

pero no me lo creo.

Bajo mi cama está

entre polvo y zapatos

la fuerza que me falta.

Ave Fénix, manifiéstate,

enséñame a cuidar este huevo.

Llévame donde las cenizas cobran vida,
en el humo estás en espirales y caminos,

la oscuridad no me incomoda,

la noche me sabe rancia,

me da una seguridad que no necesito,

un poder que desdeño.

Curiosa y oscura

como tu sombra

me permito el lujo

de hablar con un pájaro de fuego.

Quiero hablarte, locura,

que el brillo más fugaz

trae la conciencia y vence

a las tinieblas de verdad,

quiero hablarte, locura.

Se que todo irá bien

pero no me lo creo.

Sátira.

Aborrezco el chocolate

me repugna la miel

desde que probé sus besos

el azúcar me amarga

la vainilla es cruel.

666

Piso pensando que doblego al asfalto
hasta que lo convierto en brasas candentes.
Después la roca helada agradecerá las caricias
y yo habré vivido la soledad más intensa.

Intento ser de las que hacen de la tristeza
algo suave donde enfundar su rabia.
Nadie ha decapitado a un malhechor con gracia
ni se ha jugado un partido con su cabeza.

Muerte.

Muerte que sin moverte

intimidas en la distancia.

¡La que más sorprende!

¿Dónde me pillarás a mi?

...

¡Qué me asalte cuando quiera

pero que me encuentre exhausta!

Mentirosos.

Intentan hacerme creer que nunca se pierden

porque no pueden pasarse horas dándole vueltas a lo imposible.

Aquí no vienen.

Aquí no vienen las musas.
Ni tiernas.
Ni provocadoras.
Ni siquiera amenazantes.

Aquí tengo mi vida,
palabras para descuartizar,
pero sobre todo tachones,
tachones y borrones
para dar y regalar.

Aquí no vienen las musas.
¡Atenta has de estar
pues a los mortales
se lo deberás cantar!
...profetizando ¡no!
aquí no vienen las musas.

Aquí estoy yo
patética, cómica, trágica
dejando una huella con mi patita.

La verdad.

Que sepas que soy transparente como agua en vaso:
No escondo medusas, ni siquiera un triste pulpo.
Que si una montaña no viene voy a por ella,
que si no voy a por ella es que no la quiero aquí.

El rincón de los niños tristes.

Siempre están en guerra,
en mi casa siempre están en guerra.
Voces, gritos, insultos,
insultos, voces, gritos,
improperios, improperios y más improperios.
Yo absorbo toda la rabia, la cólera, la ira,
todita la absorbo
y me rugen las tripas,
la sangre, el corazón,
los huesos, los pulmones,
el hígado, los ovarios, las uñas,
me estalla la cabeza
y todas mis vísceras se retuercen como serpientes epilépticas.
Pero estoy aquí,
asumiéndolo,
tranquila,
inmóvil.

IV

Si los coches enmudecieran
se oirían cadenas arrastradas
y yo por tus hilos de seda
malgasto colmillos y garras.

Escribo con amargura
por no poder usar el fuego
en las hojas va la ternura
que el otoño me da de pañuelo.

XIV

Algún día quisiera comprender

las noches valientes que matándonos

nos sentimos fuertes como nunca.

Lo fácil es bailar, es rendirse, yo prefiero la tristeza.

Elegía a la sangre.

Carne doliente que intuye nuestra sombra,
sangre, mucha sangre,
inundando medio mundo,
sangre, mucha sangre,
por el pelo y la boca, por los ojos,
por las tripas, por el corazón de un niño,
sangre, mucha sangre,
inundando medio mundo,
sangre, sangre, sangre.

X

Tienes que ir más lejos:
caminar sobre tus errores
con la cabeza alta
sembrando flores
de infinita marihuana
abonada con sueños viejos.

Tienes que ir más lejos:
adentrarte en cada pirámide,
descifrar cada misterio
sin tolerar ni un ápice
de las agresiones del imperio,
y reírte de los espejos.

Tienes que ir más lejos:
ser consciente de tus actos,
perderte y no necesitar héroes,
comprender a los gatos,
olvidarte de formalismos y expresarte,
confesarles que son tan pendejos.

Tienes que ir más lejos...

IX

No nos dejan dirigirnos la palabra,

mis fantasmas no nos dejan.

A mi no me come una serpiente:

me estoy muriendo en la cama.

Me estoy muriendo en la cama

y esto no me hará más fuerte,

pero más allá no se presume,

escápate, déjame verte.

Trauma.

Siempre intentaron adiestrarme de tal manera que malgastara las palabras. Así fue como me quedé muda.

Lo saben.

Si tuvieras el valor de acercarte
cuando mi voz reclame tu mano
la rebeldía estará en otra parte
de ti, mi amo, este cuerpo es esclavo.

Fóllame o te arruinaré la vida.

Venganza.

Decía que me quería
y ni si quiera me conocía,
me llamaba novia
siendo para él la otra.

Y aún así yo iba donde me llevara
como un fantasma sin permiso para asustar,
condenada, sencillamente, a la invisibilidad.

Menos mal que no le amé
pero me sentía tan sola
que odiando a la pobre soledad,
a veces, llegué a quererlo.

No voy a mentir:
te deseo lo peor
porque lo necesitas.

Insomnio.

Yo no tengo miedo de la muerte

pero no es que sea valiente

porque temo a la vida

mas tampoco soy una suicida

pues no quiero morir

tan solo quiero vivir 

sin miedo a la vida.

Si el mundo es cruel y frío

como el hielo cortante

yo seré chispa y llama

seré hoguera que nunca calla.

Pesadillas.

He vivido mas de un año eterno,

afanoso y, a veces, deprimente

desde que atravesé el mayor espejismo

que se me presentó en el desierto salmantino: la universidad.

Y todavía me atormentan las pesadillas

obligándome a pasar horas sentada

escuchando reproches y mentiras

despreciando mi pacto de rebeldía.

Planes de futuro.

Inmóvil, no puedo pronunciar una palabra.
Tengo una asamblea de pájaros en la cabeza
y no saben si emigrar, hacerse nido o comprarse una jaula.
En algo se han puesto de acuerdo:
mejor será alimentarse de gusanos que de alpiste.
En fin, solo queda emigrar y construir el nido
mientras el bosque amenaza con enterrarnos bajo nieve.

¿Cómo puedes odiar el odio?

Me dejas sola y mi odio ya no llora,
se le pasaron los celos, se ríe de mí.
Malvado y alegre planea un atentado
y le digo no podrás solo, 
te buscaré otro odio

no sufras por mí.

Los tesoros perdidos.

No sería de mujer honrada
ocultar mis vicios
pero tampoco es posible
que exhiba mis virtudes
como en un escaparate.
A mi me gustan los tesoros perdidos,
los que te hacen cruzar océanos,
atravesar desiertos hasta arriba de alucinógenos,
desafiar a las montañas, dormir bajo la luna,
exaltar la locura, amenazar a los dioses,
tratar con amor a los bebés araña...
También hay regalos en caja grande,
llamativa, con un lazo imperial.
Están llenos de papeles absurdos,
recortes de periódicos delirantes
y revistas de culto a la superficialidad.
Quizás entre estos se esconde algún anillo sin grabar,
pero a mi me gustan los tesoros perdidos.
La luna es el espejo donde se reflejan todas las estrellas,
pero se me acaba la munición.

Visiones.

He visto correr por tus ojos
un río de lava triste y fascinante
como el que cubrió Pompeya.
Y en mi mente, mi voz
que repite mantras absurdos
no me deja olvidar quien soy.

El Liceo.

Academia de pedantes,
gallinero, picotazos en los ojos, en la sien,
laboratorio de conciencias,
experimentos, ciempiés humano,
analfabetos eruditos,
pseudointelectuales frustrados,
verdugos de poetas,
carceleros de revolucionarios,
campo de concentración de la cultura,
cementerio de filósofos,
espejismo fatal, trauma eterno.

Rumbo a la anarquía.

Rumbo a la anarquía
sin mas patria ni bandera
que barricadas, asaltos
y burgueses en la hoguera.

Rumbo a la anarquía
segando malas hierbas
por tierra y por asfalto
cortando malas lenguas.

Delirios.

Sigo en la orilla debatiendo con la niebla.
El agua está demasiado fría
y no tengo dinero ni ganas de seducir al barquero.
Planeo cruzar el atlántico en coche-balsa.
¡Qué se me caiga el techo antes que vivir de su farsa!
¿Viste el ritual de la faraona del dimitir?
Sonreír y pestañear para su maldad fingir.
Respirar el aire de la ciudad es como esnifar wasabi.
Ya se fue el genio del verano con un duende en cada mano.
Una sola luna, cientos de estrellas solitarias, el fuego estalló ¡oh sagrada metralla!
Los ojos de la urbe quieren comerme el hígado cuando me enfrento a ciertos amaneceres.
Escribir es como hacer caquita y como golfear: no cura pero ayuda.
Las palabras son muy traicioneras.
No puedo ser tu novia, se me da fatal.

Rabia y amor.

Vientos siberianos toman la ciudad.

Salimos a pintar las calles con rabia y amor puro.

La policía se pasea en veloces carros,

pavoneándose de sueldo y traición.

Vigila, que no está hecha nuestra obra

para los ojos del burgués ignorante.

Vigila, que se chiva

aunque coma mierda

y beba sangre.

Oda a la muerte.

Si no hubiera nada
tampoco habría nihilismo
ni laberinto, ni abismo,
ni duende, ni hada.
Si no hubiera nada....

II

La esperanza merienda corrupción con los ojos abiertos

mientras yo me entreno para la vida sin moverme de la cama,

pero fíjate que los ojos están secos

oigo la libertad que en silencio me llama.

¿De dónde viene esa voz

que a ti también te habla?

No digo el televisor,

digo la dignidad olvidada.

Tan claro.

Y no se atreven a decir
-ya sabes quienes-
a quien pretenden matar,
quien debe ser encarcelado,
como lo hace el esclavo
a viva voz
harto de ser puteado
delante de todo el que quiera oír.
Si no liberamos la justicia presa
es por tu culpa
que no me escuchas
que de mi te ríes
¿qué te he hecho yo?.

Desinfectando.

He visto a un hombre que vivió
cosas que harían estallar
la cólera y la envidia
del mas caprichoso dios inventado
por el poeta mas angustioso
y sin embargo
el que idealiza es aprendiz
el que materializa es mago.

A los hijos del capitalismo.

Hijos del capitalismo:
sois adoptados
y vuestro padre os castró.
Reconoced la verdad,
aunque duela y amargue.
Desde que cada uno de nosotros
vino a parar a este mundo,
el antiguo dios padre adoptivo todopoderoso,
señor de los tiranos, capitalismo,
nos enfrentó con nuestra madre Tierra
y en un ataque de celos, nos castró,
para que no la insemináramos con nuestra voluntad,
ni la defendiéramos con valor,
apartándonos de su sabiduría,
arrebatándonos nuestro sustento.
Y el padre imperial del crimen golpea a mamá,
y los hijos del capitalismo se tapan ojos y oídos,
ellos tampoco se libran de su furia,
aunque luego les reparta caramelos.
Castrados, estamos castrados,
no hay huevos ni ovarios mas que para engendrar hijos del capitalismo.
La peor de las maldiciones no proviene de un demonio lascivo y burlón,
sino del dios del crimen,
el amo de las tragedias,
la puta más sobornada y sobada,
musa de traiciones,
tu macabra sonrisa falsa no será dueña de ningún pueblo.
Es un suicidio intentar resistir solos y desarmados.

La muerte cuidará de mi.

La soledad es guerrillera
de las fuerzas armadas del corazón,
protege la libertad entre dos mundos,
dispara balas doradas a gusanos
que no quieren ser mariposas,
ni dejan ser.

Pero una guerrillera no es guerrilla
aunque sí preciada semilla.

Gilipollez Santa.

Convencida de cambiar se me ocurre mi peor obra,
bajo cualquier veneno si puedo ser otra,
con corazón ausente y calma enterrada,
con ojos agobiados y boca sellada,
no se si seguir cuesta abajo por si me da por subir corriendo.

Perversidad.

Estás acabada, me dices,
pero la cama me llama.
Desciendo al infinito eterno,
como explicarte lo que llevo dentro
si no te puedo llevar.

Las palabras a menudo son mentira
pero te puedo jurar que me tiré
por un barranco y sigo viva.
Las palabras son trampas
pero te puedo jurar que ascendí,
crucé el cielo y aún echo de menos.

Alma diabética.

Nuestro amor fue desde siempre

un bebé muerto.

Martes, café y magdalenas,

más dulce que ayer

pero más me envenena.

Me fío más de dios

que de la mayor parte

de declaraciones de amor.

¿Qué tiene que ver la miel

con besos ácidos?
Pasé la noche con un psicópata pero prefiero su pólvora
a tu forma de calentarme cuando me hablas de tu amante.

Esto es lo que hago con mi vida.

Lunes, cerveza y porros,
no sé, pero estudié toda mi vida
y cada vez estoy mas perdida.
Lunes, cerveza y porros,
hasta que todo es relativo es relativo
como las miles de veces que me he rendido.
Lunes, cerveza y porros,
no vuelvo a beber
fue el mantra de ayer.
Lunes, cerveza y porros,
quien tuviera corazón de faquir
para clavarme tus agujas sin sufrir.
Lunes, cerveza y porros,
entre mi voz y tu oído
hay un alambre de espino.
Lunes, cerveza y porros,
me siento mal por ir a pillar
de lo contrario peor, asi que da igual.

A las tinieblas.

Agradezco a las tinieblas
el privilegio que me asignan
incluso los días que la soledad
me pone los cuernos con la ansiedad.
Al parar me alcanzarán
cientos de soles que me persiguen,
correr hacia el final,
hasta hoy, mi mayor crimen.
En el lugar que me corresponde
agradezco a las tinieblas
las pistas que me dan.

Más neurosis.

Somos el polvo de nuestros padres

las cenizas de nuestros ancestros

el incendio de las almas

la tortura de los infiernos.

Tranquilidad y reposo.

Me llaman porrera esnifándose mi suerte

confusa en la trinchera que separa el inconsciente

el séquito de la soledad libera los demonios en el frente

llevan grabada en un cuerno la palabra muerte.

Ángeles caídos

demonios ascendidos

sagrados todos

todos malditos.

VI

Nos unimos para descuartizar la noche

pero el sol rompe los hilos

meándose en las tetas de la agonía.

La soledad de mi verano
es profanada por hordas
de moscas a las que doy
muerte mientras follan.
¡Qué puede haber más romántico para ellas!

Mi paciencia quiere cortar
la mano que me tiende la soga.

XVIII

Mi almohada: un portal a una dimensión mejor.
Ponedme más trampas, ya me mató el ron...
No quiero dormir quiero que pase algo,
pero no voy a salir si no es para atracar un banco.

Juramento.

Me disfrazo de pesadilla
para despertarte por sorpresa,
a un paso de echa a volar
sobresaltándote con las alas rotas,
vi magia blanca en los gusanos de la mierda,
después de suspender el examen de maldad
juro no volver a soltar las riendas.

Son solo metáforas.

Ahogada tu serpiente en mi flujo

no pareces inmune al veneno,

muerta y sola te espero

peleando con lo que no hubo.

Mirar el humo me llena preocupantemente más

que muchas de las cosas que me ofrecen,

no soy puta pero el arroz se cuece

antes de parecerme a vosotros abro el gas.

XV

Criando ejércitos de cuervos miro sin temor la vida
y evaporo la promesa húmeda que el fuego aniquila.

El absenta me deja preñada de gemelos
orgullosos como tú ocultando los celos.

Encontré mi sitio en el vacío de mis zapatos
los perdí y aprendí a caminar sobre el asfalto.

Romanticismo puro
como la locura y el delirio
como el suicidio y la tragedia.

Sublime.

Hablo del amor de mi vida como del unicornio de mi abuelo

comprendo al detalle que necesito más plomo que diamantes

con ganas de sumergirme para siempre

tan colgada que me dejo mecer por las ramas

el viento nunca se apaga

tengo que pasar página

encontrar como sea las palabras que me llevan

sin sacos de rabia, sin rastro de sangre,

mis musas drogadas, ¿por qué os hago caso?

Musas drogadas.

Dios es mi adversario
la osadía mi compañera
cenizas y mal fario
para la piedad rastrera.

Cascadas del desierto.

Confieso haber alimentado a los dioses
cada latido bombea sangre maldita
sueño que se apagan sus voces
pienso que la tierra no las necesita.

Esta noche el río se reirá de nuestra borrachera,
brujas no se entregan que las queman en la hoguera.
Si resulta que hoy no encuentro la salida lo seré yo,
pero no acabo en comisaría, verás que no.

XIII

Me saben a poco las pesadillas, saco a pasear al diablo, invoco todo lo que puedo, el universo conspira y me dejo llevar.

Sin piel y sin nombre comprendo las almas más caras.

Mientras otros viven tras miedo y máscaras puedo verlos desnudos, creen que honran pero traicionan.

Abrázate a la farola pero ella no compite con las estrellas para calentarte.
Soy feliz irrumpiendo.

Vade retro.

La sensación más siniestra
no me sobrevino en una pesadilla
ni siquiera en un funeral
sino encerrada en tu infierno.

Ya comprendo el misterio
sé por qué caí
te condeno al destierro
no vuelvas por aquí.

Afilando los cuernos del diablo.

Apoyada en la barra

echando de menos mi cama

hasta el bar me siguió

Soledad de sangre y garras

de los pelos me agarra

la madre que te parió

tira ya para casa

te flipas y desfasas

tu estrella se apagó

en el fondo del vaso

por no hacerme caso

la muerte me violó.

Neurosis.

¿Nacer, crecer, reproducirse y morir? A mi no me la cuelas, no puedo seguir si no son para ti mis noches en vela, si sigo distinguiendo los sueños de la realidad. No estoy triste ni me gusta llamar la atención, espero que me hagas reír: puede que tenga una maldición. Soy egoísta sí, prefiero soñar que vivir. Duelen más que nada las caricias que me debes. Las alas no solucionan la vida de pájaros solitarios, pero me olvido de tus labios. Aterriza o te desintegras, me digo en mares de lunas negras. Catástrofe: que el corazón pase de la conciencia, que la deje tirada.

Me porto bien.

La paloma de la paz que se clava en la garganta,
el valle que se cree de óleo porque nadie lo pisó,
normas hechas para violarlas,
ganas de hurgar en fosas ardientes,
la gota de agua suicida que busca tu fuego.

El duende.

El duende se revuelve
prende fuego a la jaula
le ayudas a escapar
te atrapa...

Quiere rescatar a sus compañeros
sepultados en el inconsciente.

Todas las noches se me aparecen
me amenazan
me trago las llaves
acabo vomitándolas...

Despedida.

Hoy juré: abandono el nido.
Imagino que volveré para contarte
de que manera me he perdido,
pero en fin, sabes que soy un desastre,
que siempre me olvido el abrigo,
dime si lo hiciste, dime que pensaste
tú también en vivir al filo.

Sinceridad alcohólica.

Solos por devoción propia

hasta desdeñar del viento una caricia

tu orgullo calor me expropia

cuando la soledad ya desquicia

te debo confesar que

te quiero follar con avaricia.

Felicidad.

Le tienes miedo a vivir
por eso no me entiendes
con poco aprendí a reír
mas dame estupefacientes.

Laocoonte y tus hijos
liberaos de las serpientes
romped el maleficio
afilad bien los dientes.

Para proclamar la paz
te regalo unos pendientes
Estatua de la Libertad
de cabezas de presidentes.

Este es mi caballo de Troya
que conquista tus simientes
te cortaré la polla
o lo que sea si mientes.

Pis

Fui la niña loca que todo cura querría exorcizar
pero me hice pasar por santa y de milagro conseguí escapar.

Llego tarde al examen para decapitar al profesor
que supuestamente enseña pero en verdad es un traidor.

Al enemigo ni agua, no pagaré esa multa,
todo atado y bien atado pero no soy tan estulta.

Esas cadenas las estás pagando tú
pero prefieres engañarte y no dices ni mu.

Luz tenue.

Derrapan y se hunden

tus dedos en mis piernas

por donde quiero se deslizan

huidizos suben por mi piel

buscando qué pellizcar,

me mandas callar con un beso

me confiesas que te encanta

que gima, que grite,

que nunca me calle

y haces todo lo posible

para que gima, que grite

que nunca me calle

y sugieres donde deben

jugar mis manos

y suplicas que no esconda mi lengua

que la deje libre por las buenas

que la tuya se perdió dentro de mí,

separas mis piernas,

me miras, me llenas,

suspiro y ya no hay tregua

te muerdo, me muerdes,

sigo aullando

mientras me echas en cara

que me encanta lo que me das.

Que te dejas putear.

A ver si se entera el rebaño,
que queda por esquilar poco más que mi coño,
que no hay futuro ni para ti ni tu retoño,
que no nos pueden hacer más daño.

A ver si se entera el mundo,
a ver si se entera España
de su cadáver nauseabundo
que aún sigue de cañas.

Maldita piedad.

Entre escombros de inocencia
ayúdame a alzar una torre
que se infarta mi paciencia
por no ver como te corres.

Déjame ver la vida
abandóname a mi suerte
susúrrame asesina
déjame ver la muerte.

Y si no me ayudas
te amputaré los brazos
te diré ahí te pudras
y te arrancaré los bajos.

Maldad bendita.

Soy multiorgásmica, contigo ni me corría,
como para aguantarte otro puto día,
Sin tocarme si quiera, él me moja los labios,
tú llora pajeándote, me secaste los ovarios.

Bien te vendría como a mí aprender a echar mierda
pues nos dicen que hay que compartir y nos quitan las armas en guerra.

Luna de plomo.

Me perdí en los versos que no me atreví a escribir,
añorando tus santos gritos ausentes en noches iniciáticas,
casi siempre vacía, a veces usurpada;
me recuerdo borracha lejos de los demás,
tirada en un banco preguntando ¿dónde estás?

¿Hablas mi idioma?

El verdadero castigo no es la muerte
es que sin esclavos ni riquezas
nos vean libres.

Su tic-tac se desespera en la carrera contra mis latidos
fugitivos, desbocados desde el instante en que nos vimos;
entre malnacidos y desclasados
nosotros jamás sucumbimos
cuando te sientas derrotado
acuérdate que renacimos.

Me he dado cuenta de una cosa
si te cargas el gusano
no habrá mariposa.

Estás lleno de sombras que necesito para no quemarme.
Contienes todas las sombras que temí, estás lleno de mis sombras.
Que no me engañen abanicos, que no me vendan cremas.
Estás lleno de todas mis sombras.

No vine a adornar tumbas.

Tu madre por ti reza
tu padre mira al cielo
y en ti renace la esencia
del humilde guerrillero.

Los más valientes de la historia,
los solidarios hombres nuevos:
sin miedo al estado,
sin miedo a sus perros,
sin miedo a dios,
sin miedo al clero.

Por mis venas corre sangre roja
de amor a la libertad, de ira del pueblo,
odio inevitable para la evolución,
lucha constante, lucha sin miedo.


Tu madre por ti reza
tu padre mira al cielo
y en ti renace la esencia
del humilde guerrillero,
con las manos preparadas
para forjar un mundo nuevo.

Falsos profetas.

Cuenta la leyenda que los reyes un día tuvieron corazón, no su corazón azul característico, pálido y muerto, sino corazón de sangre roja.
Pero nadie habla de aquel que se olvidó de su dios y encontró el corazón que su falso dios no tenía.
Pero nadie habla de aquel que dejó de buscarse la vida y la encontró esperándole.

Reconoce que te caes porque quieres si no te agarras cuando puedes.

Me preguntas "¿Dónde vas?"
Te respondo "Donde voy".
Y me vuelves a preguntar. Y sigo sin saber quien dirige el viento.

Mi apocalipsis.

Que se funda mi hielo en tus cascadas
que mi tierra se beba tu mar
que mi viento avive tu hoguera
que nunca tengamos que disparar
que nos caliente el fuego hasta que
-de nosotros y nuestros demonios-
solo queden aquí, en el infierno, cenizas,
que su dios no tiene ni corazón ni verdad.

Tú decides.

Y allí, en cualquier punto del desierto infinito donde vio brillar una hoja solitaria, montó la mesa de tres patas, sacó los dados, la moneda de oro y la varita y, lejos de las obligaciones y el ajetreo de la urbe, con el sol como principal testigo dictó su destino al soplo cálido que despeina la arena. La varita vibró, una duna se hizo piedra, la moneda reventó, a los dados se los tragó la tierra y, de repente, la duna rompió aguas.
Y siguió su camino por la orilla del río sembrando polvo de moneda.

Todavía queda luna...

Y yo me convenzo de que el tiempo es mentira y las distancias también, que él también se miente y nos miente (tantas veces me mentí que no me fío de nadie) y quiero hacerme invisible e ingrávida y la soga llama a mi cuerpo y mi espíritu tiene sed, mi duende se lo quiere cortar, mi alma en shock... es mentira o verdad, pero todo va a salir bien.

Sube la guardia.

Se nos viene a las manos
acariciamos los guijarros
y los dejamos madurar.
Ponemos la esperanza al sol
pero seguimos llorándole
y las lágrimas ya son un mar eterno
oculto en todo aquel que respira.

Mierda.

Tiembla poderoso, que del pueblo te has burlado.

Extremadamente contagioso, todos se han infectado,

cárcel para el valeroso, la inmundicia ha triunfado.

Tiembla poderoso que del pueblo te has burlado,

arrogante avaricioso, la ruina te has buscado.

Estamos en guerra

a mi ya no me aterra

pienso en niños palestinos

tirando piedras,

se va a cagar la perra

mi rabia no se encierra

me pitan los oídos

porque explota la tierra.

Venceré.

Nadie comprenderá nuestro matrimonio clandestino
se desposó nuestra felicidad con el destino de testigo.
Eugenia arrastró su virginidad hasta el asilo,
malnacida la echó a perder cual fruto podrido.

Fui la guardiana de su felicidad y me encerró en un calabozo
pero sus ásperos gritos pulieron la roca ahora ausente
que me llevó a esta supuesta isla desierta.

Llevo tus poemas tatuados en cada neurona
ya pocas melodías me impresionan.
No me perderé camino de los sueños
llevo tu mapa tatuado en el recuerdo.

No podría ir con las manos vacías a buscarte,
ni perseguirte, ni siquiera hablarte
hasta que no sienta que necesitas mi voz.

Veré como reacciona al humillar su moda
creyendo que está ligando con cualquier mona.
Veré como se asoma creyendo que es broma
al ver el paisaje que se ha perdido en coma.

Sacrifiqué mi himen, reconstrúyelo para ti
con telarañas de semen para recordar que viví.

El cofre de infinitas llaves perdidas en el laberinto de la autosugestión,
la ciudad de las mil puertas, las presuntas entradas prohibidas,
están todas aquí abajo
están todas aquí arriba,
están en el desierto,
están en la cantina.

Aprendimos a hacer trampa.

Me perdí en las formas de la montaña,

me abrí de alas para el viento,

y así, los tres fuimos ola

que surca el mar y toma asiento.

El reloj homicida.

Un murmullo me reta a jugar al escondite con la humanidad entera,

a responder con voz trémula -o sin ella- al enigma inaudito del silencio,

a pedir caricias a las sombras brillantes que sucumbieron al escarpado aquí, al eterno ahora.

El pasado como temor del presente.

Caí en la trampa del ego y me vociferé sangrienta:
¡Hasta que consiga salir será como si estuviera muerta!
Me maldije para no tener que volver a cometer cierta afrenta,
Caen las hojas secas pero un soplo las reinventa.
Siembro escopetas a partir de las balas que desdeña el horizonte,
Veo la fragilidad del cosmos en cada vaso que se rompe.
Afilo la punta de mi lengua mientras se relamen la sangre,
Esparzo polvo de conciencia para que al respirar
comprendas que vivimos del mismo aire.

Náufragos.

Encantadoras de serpientes jugando con escorpiones en la trasera del burdel

saben que la suerte no se reparte en el casino

que nadie ve más allá de la piel

y comprende las bromas que gasta el destino.

Conspiran mis golpes contra tus andares
persigue mi sádica mirada la tuya
saltan chispas de mis pesares
contigo voy a ser bastante capulla.

El día del Señor.

Hoy no puedo subir, el alcohol me ha dejado la cabeza seca, como piedra. 

Busco la forma de vivir sin ver cada noche como la luna se quiebra. 

Mejor no me busques que me encuentras, acabará mal.

Me alejo de embustes y de promesas, prefiero bailar.

Muy cómoda.

Voy a bajar al infierno ahora mismo

allí reina una paz sin abismos.

No soltaremos el fusil ni para cagar,

inventadas las armas, tenemos que disparar.

Feliz es aquel que amanece

no para vestir traje incómodo

vender su tiempo en forma de objeto inútil

masticar palabras vacías, insípidas y desgastadas.

Feliz es aquel que espera al sol

para ser el primero en probar

las delicias que ofrecen las musas

a todo el que se atreva a luchar.

Lo que nunca me podrás decir...

De ti escaparía como Helena, aunque desate la guerra,

si una ciudad perdí en otra seré reina.

Quise darte el vellocino de oro y te fuiste con otra,

si hubiéramos tenido hijos Medea estaría orgullosa.

Sé que en algún lugar está el tiempo perdido,

si me dejas ser tu Cleopatra me suicido contigo.

Luna rehuye a Apolo por ir detrás de Dafne.

Afrodita nació ayer de la espuma y hoy con Hefesto la quieren casar,

¿qué hacer cuando se entere Ares?

Desgraciado Catulo, que dejes de hacer tonterías que lo pasado

 pasado está.

Lesbia ahora le susurra a Ipsitila los versos de Safo.

Como Odiseo

deja a Circe con su harén de fieras

que Penélope te espera.

La mayor liberación.

El pasado ha muerto, descansa en mi memoria,
musas en éxtasis aún no se saben la historia.
Luchó cuerpo a cuerpo contra todo tipo de fieras
que se dejaron retar en sus propias cavernas.
Aguantó todas las batallas perdidas
y por fin consiguió escapar sin heridas.
Algunos disparos fallan para lograr la victoria
es mejor huir que servir en su noria.

La primera liberación.

Matar, el arte más corrompido por el sistema.

¿Qué diablo no ascendió cuando se propagó tu voz?

Juzgar, como el oro manda al inocente encierra.

Las serpientes lloran cuando hablas sin rencor.

Último aviso.

De todos el que más puñaladas me metió

que se te clave una espina por cada lágrima que corrió.

Loca, busqué amor eterno en tu mentira

quédate en el infierno esnifando tila.

Se rompió nuestra burbuja amorfa y me liberé

pido orden de alejamiento en el tribunal de Yahveh.

A todas horas

Hay mil caminos, no pienso seguir sus huellas.
Unos compran destinos, otros persiguen estrellas.

Cuando voy por las nubes me da morbo caer,
como si para la tormenta y el sol vuelve a nacer.

Me dijo "nunca más estarás sola" y lo denuncié por acoso
en el tribunal de mi conciencia confiesa su corazón tramposo.

Tengo un volcán de lava ardiente bajo el ombligo
donde esconder tu serpiente y que revientes conmigo.

Revolución, ¿dónde estás?

Todavía tengo piedra que picar
que soy minera en ilusiones oscuras,
busco diamantes por infiernos de metal
que forjan espadas y armaduras,
coronas, zachos y grilletes
mira a ver dónde te metes,
tengo una obsesión absurda
desvariar de forma burda.

Preparando la batalla (Sueño)

Entre muros oscuros el gris con la luna resplandece. El cielo es una bóveda infinita, un océano de aire azul y negro. Las casas me dejan respirar pero me desafía, se cuela por la piel aun sin tenerla.. El miedo me excita y posesa persigo la euforia. Acordono. Sonrío.

El arte y calentarte.

Grabada en mi inconsciente tu carne...
Satanás no me da miedo.
Un duende se suicida cada mes que no follamos.

Locura con cuerda, concuerda.

Mientras otro poeta se ahoga en un vaso de vino

me cuelgo bocabajo si quiero

que yo ya hice mi revolución

vivo sólo por las caricias del viento.

El Hada y Congelada.

A una mayoría
nos pondría cortar
orejas y rabo
a toreros y taurinos.
Que sea deporte nacional
o acabará mal
liándonos a tiros.

No quiero que nadie esté pendiente de mí
por eso te esquivo así,
al son de los latidos
notas que están podridos
a veces para escuchar
hay que olvidar los oídos.

Diálogo.

Llegué a casa, entré en mi habitación, escuché un crujido, encendí la luz y frente a mí encontré a Muerte.

- ¿Qué haces aquí? -le dije- ¡Menudo susto!

- ¿Ves esa cucaracha que hay debajo de tu pie? He venido a buscarla. Yo también me alegro de verte ¿eh?

- Pues yo esperaría no tener que verte tan a  menudo. Perdona por hacerte venir, pero no la había visto.

- Ya ves, los dioses tendremos nuestros privilegios, pero también mucho trabajo.

- Mientras sólo tengas que venir por aquí a recoger estos bichitos que nadie quiere...Aunque yo los admiro, les da igual, ellas a su rollo, explorando cualquier rendija, corriendo con sus veloces patitas...

- Tranquila, no tengo que llevarme a nadie de por aquí en mucho tiempo, a lo mejor 100 años o así. Ahora hay miles de seres en otros lugares que necesitan con urgencia una temporadita fuera, ya sabes.

- Sí, estoy pensando en enviaros mi curriculum, pero no se si estoy preparada.

- Da igual, tú prueba que necesitamos gente. Bueno maldita, hasta otra.

- Adiós guapa, nos vemos.

Porque sí.

Deja de preguntar por qué, mejor sin motivos. Se ha roto la luna en tu azul despierto. Hoy recordé a mi pasado por qué no tuve que llorar esa noche, y nunca es tarde ni sirvió de nada. ¡Qué importa que las semillas que te regalo acaben en la basura! No puedo estar todo el día pendiente de lo que dicen o moriré de amargura. Es más fácil odiar el oro que amar a las cucarachas. Algunas rimas me producen náuseas. El deseo de acabar con todo lo que veo me parece más factible que hincharse de helio pensando que llegarás lejos.
Mi puerta de titanio tuvo otra para el perro. Quien no puede matar no está vivo.

Al filo siempre.

En la cuerda que arde y aprendo a hablar sin palabras.

Mis alas no se reducen a una escoba, mi cruz son las espinas que quiero alumbrar para enseñarte la flor.

Cuando tenga un harén sabré que somos iguales, pero a lo mejor me conformo si entiendes mis ideales.

Con su guadaña.

Construyendo el futuro ahora cualquier muro arrasa la ola...

...y que me ablande el corazón cualquier visión 

que me canso de escuchar lo que los sueños no son. 

La angustia abre los ojos de mi diablo interior tras su lúgubre éxtasis

y su risa revienta candados remotos.

¿Quién hará apología a las sombras?

¿Quién temerá con gusto lo que hay que temer?

Quemando

Esperaré a sentir mariposas en invierno,
destriparé los capullos que se me peguen al cuerpo,
brindaré por nuestro próximo encuentro,
destruiré cada celda de aislamiento,
HAY COSAS QUE NO VIENEN A CUENTO,
me podría enamorar hasta del viento.

Esto es lo que quería y lo conseguí.

Mi utopía son noches contigo

compartiendo hojas de prensa

destapando su farsa

con versos entre líneas

lejos de la ciudad.

Parecía que la droga tenía orden de alejamiento.

Esto es lo que quiero y lo conseguiré.

Devolvedme mi silencio, hijos de víbora.

Sois la deshonra de la humanidad y os creéis dioses.

Lección de invierno.

En tus brazos abiertos, en tu pecho caliente y palpitante quiero protegerme del frío y de la lluvia.
Pero no veo un refugio, ni te necesito como un niño el calor de su madre, sino que veo una trampa que permite la supervivencia de las serpientes constrictoras y me alejo para que tu veneno no me alcance.

Ya no tengo por qué volar sola.

Acorralados, encerrados, humillados a voluntad.

Desclasados, dominados, puteados sin rechistar.

Yo por ver el amanecer me bebo hasta la última gota...

Sin saber qué hacer, subida a lomos de la derrota...

Los horizontes cada vez están mas cerca.

Una hoguera zozobra puliendo cada alma sublime.

Yo no tengo por qué volar sola.

Otra puta osadía mas.

Parece que vas bien armao
y yo quiero correr desnuda
por las calles de afganistán
ponerte cachonda con burka
guardar sus restos en el desván.

Parece que vas bien armao
y yo quiero estrenar contigo
la felicidad omnipresente
por las calles del silbido
de matar al presidente.

Agord achum

Merece la pena decir
que si te pones a pensar
no le importas a nadie,
que si sigues pensando
te importa poco
porque descubres
que te importan muchos más
que los que pensabas
que no te importaban.

Nada.

Mírame, vengo remolcando mierda
como para abonar cuatro tierras,
pero con una me conformo,
yo no necesito perras.
Ningún pañuelo con cloroformo
me arrastrará hasta tu cama,
ya ni siquiera como
tengo a mi tripa castigada
por matar las mariposas
que imaginé estando fumada.
Preguntaté por qué nunca termina mi resaca.

No dejes que me pierda otra vez si no es contigo.

Tengo el mundo entero bajando por los intestinos

un loco con su perro en el corazón.

En la cabeza, se refleja el diablo que guiña sus mil ojos

mientras apaga la vela que me lleva a encadenarme a ese dios

venerando el falo del sátiro y la piel de la ninfa

pariendo dramas de dudoso amor incondicional

flechas que se clavan o son clavadas.

Proverbio I

Si quiere que vuelva con él, no va por buen sendero...
Pero ya sabrá que no hay manera, así que...que vaya por donde quiera.

EXAMEN DE CONCIENCIA.

Me bebería un par de océanos
si convirtiera el agua en vino
pero la mayoría se empeña
en regar con nuestra sangre.

Me llaman rebelde por saber defenderme,
ninfómana por querer amar,
arpía por intentar expresarme,
vaga por evitar enfermar.

Me hundí en el barro y aprendí a nadar. Dejo que me saboree pero no me trague.

Puedo volar porque puedo caer.

Pocas domadoras para tanto circo.

Si me regalas odio
no lo envuelvas con seda.
El diablo es mi novio
y olvido su toque de queda.

Atardece en la ciudad
y ya me aburre tener frío
piensa en la maldad
y sabrás por qué la lío.

Para jugar en el bosque
hay que saber trepar un árbol,
no dejes que me enrosque
o que te coman los gusanos.

Hay que pintar las calles
con nuestros excrementos
e irnos a vivir
donde nos lleve el viento.

Te quiero libre pero no traidor.

Cojo el rifle y me da más calor
que tú rodeándome con los brazos
llenándome la espalda de arañazos,
olvidaré hasta este falso perdón.

No juzgues los placeres que escojo,
se que no moriré hasta terminar la misión.
Me fumaría cada matojo,
locura para huir de la infinita prisión.

Puede que no sepa mucho de la vida
y me sienta la más sabia,
pues Sócrates me enseñó que la mayoría
no se preguntan si no saben nada.

Colecciono noches para conocerte
aunque no me cambies ni un cromo
no conozco la suerte
ni descanso en un trono.

Mi primer disparo

Intenté abandonar a las musas

para ver la poesía en tus ojos.

Pero dicen que no valen excusas

y me arrastran a un nido de rastrojos.

Cómo poder tocarte con la piel empapada en odio.

Cómo pasear contigo con buitres persiguiendo mi cadáver.

Las musas me han cortado un pecho, ¿Quieren coser mi alma a tiro de arco?

Las cucarachas de mi habitación hablan de reencarnación, las ratas cantan cual pájaros.

La humanidad solo quiere vestirse de gala aunque vaya al tanatorio.

Prefiero sus azotes a todos los diamantes de la tierra.

Prefiero la guerra de los justos a la paz de los mediocres.

Quiero volar, pero pocos sirven de ejemplo. La mayoría van reptando, si no hay alumnos no hay maestros.

¡Arriad las velas!

Respirando más humo que aire la vida pasa lenta.
Hace tiempo que mi estómago impide que las mariposas crezcan.
Volveré a besarle cuando de mi mierda nazcan flores frescas.

No pueden hacerte daño
hibernarías en primavera
hay un diamante
que solo tú puedes pulir.